Los Mundos Cuna

La humanidad tuvo una infancia problemática. No existe un período de su historia temprana que estuviera libre de guerras, derramamiento de sangre y contiendas.


Durante el siglo XXI surgió el mayor enemigo al que pudo enfrentarse jamás, su propio éxito. El crecimiento y consumo de materias primas sin control llevó a la humanidad a un período de estancamiento e indecisión, marcado por las ambiciones egoístas de los líderes mundiales, la Edad del Petróleo.

Ya fue tarde para evitar la catástrofe, y durante el siglo XXII la humanidad fue diezmada por la escasez de recursos, el cambio climático y el inevitable conflicto fruto de la situación. Durante este período surgieron grandes avances tecnológicos orientados a la extinción de enemigos, como la fusión nuclear.


Viéndose con un potencial de energía limpia sin límites la humanidad consiguió acabar con su adicción a los combustibles fósiles, finalizando así la Edad del Petróleo. Finalmente los continentes arrasados por la guerra firmaron la paz, uniendo esfuerzos en una nueva era de prosperidad e iluminación.


Las tecnologías de geoingeniería fueron poco a poco capaces de revertir los cambios climáticos que la humanidad había desencadenado en los últimos siglos, transformando la superficie de la Tierra al servicio de la humanidad.

Lentamente el concepto de nación como entidad política independiente fue desapareciendo, en pro de la gestión de recursos globales, gracias a las lecciones aprendidas durante los últimos dos siglos. Esta nueva unidad y claridad de propósito permitió que las tecnologías desarrolladas durante el período de guerra se pudieran aplicar para motivos pacíficos, entre ellos la exploración de nuevos horizontes como las estrellas.

Con la energía de fusión a su disposición y la renovada voluntad por expander sus horizontes, la humanidad desarrolló una nueva era de innovaciones como nunca se vio durante la época de la Revolución Industrial, a finales del siglo XXIV la Edad de los Descubrimientos dio a luz el Motor de Salto, también conocido como FTL (faster than light).

Este descubrimiento permitió el viaje (a velocidad más rápida que la de la luz) entre cuerpos celestiales por primera vez, rompiendo la barrera que suponía el vasto vacío espacial a la exploración de otras galaxias.
La Edad de las Estrellas había comenzado.


Primer contacto

Los comienzos de la exploración galáctica fueron virtualmente aleatorios, dada la falta de precisión de la tecnología FTL. Para poder hacer saltos FTL precisos es necesario un Nodo de Salto en el destino, que sirve como baliza asegurando la certeza del salto.


Como resultado de esto, pocos mundos habitables fueron descubiertos durante este período. Todo cambió al poco de realizar los primeros saltos certeros, la raza alienígena Shaltari decidió que era el momento adecuado para darse a conocer.


El primer encuentro entre los humanos y los Shaltari sucedió a bordo de la fragata Endurance en el año 2342. La tecnología de esta raza hizo maravillarse a los presentes, a pesar de su extraña apariencia estos pequeños humanoides con aspecto de erizos translúcidos eran capaces de manipularla tal y como si fuera magia a ojos de los humanos.


Los Shaltari demostraron ser benévolos con la humanidad, guiándolos en sus primeros pasos hacia una docena de mundos habitables para los humanos, todos cercanos (en escala galáctica) a la Tierra, que más adelante serían conocidos como Los Mundos Cuna.

A lo largo de los años la comprensión sobre los Shaltari por parte de la humanidad fue muy limitada, aunque se llegó a conocer que el grupo que contactó con los humanos era sólo un grupo de una red de sociedades similares, conocidas como Tribus. Aunque estas tribus compartían tecnologías muy avanzadas, eran a menudo ideológica y culturalmente diferentes entre sí. La tribu que contactó con la humanidad se autodenominó "Los Amigos", ya que para los humanos sería físicamente imposible reproducir el nombre real en su lenguaje Shaltari.


Con el tiempo se hizo evidente sin embargo que "Los Amigos" tenían sus propios motivos para guiar a la humanidad hacia el cosmos. Ellos habían visto en los humanos al aliado perfecto contra otra tribu Shaltari, con la que "Los Amigos" se encontraba en guerra. Se hizo evidente que los Shaltari eran muy pocos en número debido a que se reproducían muy lentamente, y tenían un miedo patológico a la muerte. Los humanos servirían como los soldados de a pie perfectos para superar a sus enemigos debido a su alto volumen de fuerzas.

Desde ese momento se rompió la alianza, y la relación entre ambas razas ha ido alternando entre breves alianzas temporales y escaramuzas, sin llegar a una guerra abierta por voluntad de ambas razas.


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