Age of Sigmar: Walkür Riders

Sisters of the Wind

Athesta Windrunner se enfundó en el equipo de forjado una vez más, al tiempo que visualizaba los esquemas de la mesa de diseño y repasaba mentalmente los pasos que le faltaban para terminar la barcaza.

Athesta: El brazo del giróscopo lateral debería resistir giros de al menos cuatro veces la fuerza de la gravedad de Chamon, tendré que realizar pruebas de campo más tarde, espero no olvidarme de abrochar las sujeciones de seguridad esta vez...

Barcaza de la Wälkur Rider, cuarta iteración

Athesta: Aún tengo moratones de la última caída y padre ya sospecha demasiado de mí, no quiero darle más excusas para que entre a fisgonear en el hangar

En casa de los Windrunner no eran especialmente devotos de los dioses duardin, pero Athesta se ilusionaba pensando que algún podría ganarse el reconocimiento de Grugni gracias a sus invenciones, y más veces de las que desearía se sorprendía juramentando en susurros a Valaya tras cada fallo del prototipo.

Su amiga y consejera Nala Aetheroath la animaba con cada paso que daba, a pesar de ser originaria de Barak-Thryng su mentalidad era muy abierta, casi se podría decir que rozando el sacrilegio para su pueblo, lo cual la hacía la perfecta compañera de aventuras de Athesta, a ella le gustaba llamarla su hermana del viento.

Las últimas semanas surgía recurrentemente la conversación al respecto de qué hacer una vez el prototipo funcionase. Athesta quería enseñárselo en primer lugar a su padre - el actual jefe de estudios de la academia Khemist en Barak-Urbaz - pero Nala la prevenía sobre ello, pensando en que podría arriesgarse a medidas disciplinarias y una posible demanda relacionada con la desaparición de determinados materiales del almacén municipal de los que ellas no sabían absolutamente nada ...

Nala: Athesta, creo que podríamos ir a probarlo en el campo de cuchillas, quizás pueda sobornar a unos golemitas para que nos ayuden con el transporte y así despertaríamos menos sospechas, ¿qué opinas?

Athesta: De acuerdo haz los preparativos, ¡la suerte es de quien la busca!. Nos vemos esta noche después de la hora nona en la salida de servicio del hangar

Tardaron más de dos horas en salir de la zona comercial al paso de los golemitas, por suerte nadie preguntó por sus quehaceres en el traslado, ningún ciudadano decente querría acercarse a las dos moles de metal viviente y mucho menos buscar bronca. En cuestión de minutos los vigías dieron el visto bueno al salvoconducto (hábilmente falsificado por Athesta) y pronto llegaron al camino hacia el campo de cuchillas.

Habitualmente esta zona de pruebas está atestada de día por todo tipo de ingenios de guerra en diferentes fases de pruebas, así como de cientos de ojos avizores en busca de nuevas adquisiciones para su arsenal. La noche era mal momento para probar armas de fuego, y por suerte el hazkal burbujeaba de jarra en jarra en las tabernas de la ciudad tras un duro día de trabajo a cielo abierto.

Mientras Nala terminaba de realizar el pago a los golemitas, Athesta terminó de ajustar la barcaza bajo la lona. Con un suave sonido la lona cayó al suelo y mostró el cuarto prototipo de la Walkür Rider. De un salto entró en la barcaza y comenzó a encender los activadores de aether-oro, un zumbido ondulante rodeó la máquina y unas tímidas luces hicieron acto de presencia a lo largo de la consola de control y los disipadores de calor.

Athesta: Voy a activar el protocolo de combate, Nala sepárate un poco, no quiero que estés en la zona de tiro de los fumigadores, he estado trasteando con la mezcla que se usa en el Aliento de Morgrim y creo que puedo replicar sus efectos a menor escala... ¡si es que no explotan!

¡¡¡Wrrrmmm!!!

Nala: (gritando) ¡Piadosa Valaya! ¡Athesta las sujeciones!, ¡y te dejaste los guantes!

Athesta: (gritando) ¡Menos mal!, suerte que traía puesto el traje khemist de casa, cualquier día me dejo la cabeza jeje. Aparta, voy a probar la velocidad de la nueva turbina.

El ruido de la rueda al atravesar la llanura metálica era ensordecedor, saltaban chispas por allá donde pasara y a pesar de la falta de tracción Athesta notaba cómo los estabilizadores de trayectoria funcionaban de maravilla, haciendo derrapes controlados sin que la barcaza girase como una peonza dentro de la rueda como la última vez.

Aparentemente la mejora de estabilidad había repercutido en la potencia del motor de impulso, añadiendo si cabe aún más empuje al vehículo, en uno de los giros se despistó al observar maravillada la velocidad que alcanzaba y no pudo reaccionar a tiempo para evitar una muralla de cuchillas al final de la zona de pruebas...

¡Krrraaasshhh! Txing, txing txing.... wrrrzzZZPPTT!

Athesta: ¡Por Grugni!, ¡he atravesado la muralla como si fuera manteca derretida!

Como si la proeza realizada fuera pura magia, Nala boquiabierta le hizo señales para que se acercara a otra zona de cuchillas, donde había colocado unos monigotes con forma de orruk y pose nada amenazadora.

Era hora de probar los fumigadores, había costado bastante estabilizar la fórmula para que no derritiera el propio casco del vehículo así que era cuestión de pura física que pudiera salir disparado en la dirección correcta... Se acercó a toda velocidad hacia los monigotes con la mirada iluminada por las luces de la consola de control y una sonrisa muy poco adecuada para una una Kharadron de su alcurnia...

¡FwooossssSSHHH!

Una llamarada azulada abrasó al menos diez metros delante del vehículo, fundiendo por completo el suelo y las cuchillas delante de Athesta, ni rastro de los monigotes...

Nala: Vaaaaaaaaya teeeelaaaaaa, casi no veo nada por el fogonazo, ¿creo que quizás te has pasado un pelín no?, ¿el objetivo era tenerlo un poco más controlado no?

Athesta: ¡De eso nada!, es un extra con el que no contaba, quizás tendré que poner un regulador para que la carga dure más de un disparo, pero de ésta cae un batallón de orruks fijo! ¡A mi padre le va a dar un jamacuco con la potencia del cacharro!

Una vez parado el motor se fijaron el la mirada de auténtico terror de los golemitas, que esperaban a escasos metros del charco de metal derretido que ahora iluminaba la escena. Un ruido atrajo las miradas de Nala y Athesta...

En la penumbra, dos sombras tomaron forma delante de ellas. Una de ellas portaba un cegador estandarte flamígero pero entre sus llamas se dejaba ver una rabiosa melena color calabaza. La otra figura, bastante más voluminosa y claramente humanoide se apoyaba en un artefacto mecánico que vagamente recordaba a un bastón, mientras un animecánico alado graznaba desde su hombro.

Saludos, hermanas...  

Continuará...

Diario de diseño: Walkür Riders para Age of Sigmar

Las Walkür Riders son una idea que me rondaba la cabeza desde hace tiempo, una unidad de caballería para los Kharadron Overlords de Age of Sigmar. A partir de dicha idea he pensado en crear la historia de un Batallón llamado las Sisters of the Wind, acompañando a la historia que narra sus aventuras.

La idea parte de la base de una "moto" que puede ser desplegada en el campo de batalla desde las fragatas (1) y los acorazados (2) Kharadrons (si no están volando alto).

Su misión consiste en acercarse rápido por tierra al oponente y flanquear con sus dos fumigators (más la pistola de la piloto), además de poder impactar pesadamente a la carga gracias a su ariete metálico con forma de cabeza de cabra.

Adicionalmente he pensado en darles la oportunidad de sobrevivir un poco mejor, ganando un movimiento adicional al final del turno si ha conseguido destrabarse con éxito. El coste en puntos y el resto de estadísticas está por ver, habrá que testearlas en el terreno. ¡Espero que os guste!

PD: mi idea es diseñar en 3d estas unidades, para poder imprimirlas y jugar con ellas, ¡deseadme suerte!






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